Luego de conseguir unos días atrás la medalla de plata por equipos junto a Pablo Tabachnik y Gastón Alto, Liu Song se había quedado con un sabor algo amargo, ya que deseaba la dorada y se reprochaba no haber podido ganar algunos partidos. Sin embargo, eso le dio las fuerzas necesarias para concentrarse de la mejor manera en la competencia individual.
Desde el comienzo del torneo se notaba que Liu estaba jugando en un nivel superlativo, y así lo mantuvo durante el resto de la competencia. Pasó la zona de grupos con tres muy buenas victorias y se metió en los octavos de final, donde le ganó a Dexter St. Louis (Trinidad y Tobago). En cuartos de final superó muy bien a Andy Pereira (4-2) que venía de superar nada menos que al brasileño Hugo Hoyama en la ronda anterior. Alberto Miño (Ecuador) fue el rival a vencer en la semifinal, y a pesar de que jugó un buen partido, no pudo ante el sólido juego de Liu Song.
Ahora sólo quedaba lo más difícil: la final. Y se trataba de algo especial para Song, porque ya había llegado a esa instancia en otras oportunidades y siempre había que tenido que conformarse con la de plata. Pero esta vez no iba a dejarlo pasar. Jugó un excepcional partido contra el local Marcos Madrid, con todo el estadio repleto de mexicanos gritando e hinchando por su jugador. Set a set fue poniéndose en ventaja, y en el quinto set el argentino ya se encontraba 3-1 y con set point a favor. Fue así que ante la atónita mirada del estadio Song clavó el 11-9, el punto de oro, y automáticamente salió corriendo desbordado de alegría, saltó las dos vallas de separadores y se abalanzó sobre el entrenador Matías Alto en un abrazo que duró más de medio minuto y emocionó a todos.
Finalizado el partido y luego de los alocados y merecidos festejos, declaró: "esta victoria le va a servir al tenis de mesa argentino". Y sin dudas va a ser así, ya que un oro panamericano es algo extremadamente motivador para cada uno de los aficionados al tenis de mesa. Además, Song -de 39 años- se clasificó directamente para los juegos Olímpicos de Londres 2012. Aplausos para él.
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